Cada euro invertido en actividad física evita hasta 15 € de gasto sanitario.
Que la práctica del deporte es positiva para la salud y el bienestar en general es algo sabido por todos. Que las sociedades con mayor calidad de vida son también en las que más individuos hacen deporte, tampoco es un secreto.
Dependiendo de la edad de la persona, la actividad física le proporciona distintos beneficios aparte del común todas, que es el mejorar la salud. Así a los niños y adolescentes les da una identidad, les ayuda a socializarse y a confiar en los otros, fomentando el sentido de responsabilidad para consigo mismo y con los demás. Les ayuda a superar la timidez, les hace reconocer que existe alguien que sabe más que ellos, les enseña a aceptar que hay unas reglas iguales para todos. Previene el consumo de drogas y la delincuencia juvenil. Y si todos estos fuesen pocos beneficios, el deporte y la actividad física también favorece la integración de las personas.
Para los jóvenes y los que ya no lo somos la práctica de ejercicio físico continua aportándonos grandes beneficios, no solo físicos. Nos ayuda a desconectar de los problemas y soltar algo de ese estrés que la vida actual produce y que puede generar problemas a nivel particular y de familia. Los que se acercan o ya están en la llamada tercera edad, consiguen llevar esta fase con mucha mejor agilidad y salud en general si pueden hacer algún tipo de actividad deportiva. Cuanto mayor es la edad de una persona, más fácil es distinguir a primera vista si hace ejercicio o no.
Visto que el deporte y la actividad física produce beneficios independientemente del sexo o la edad de la persona y que también beneficia a la sociedad en su conjunto, es fácil llegar a la conclusión de que cualquier euro que una persona invierta invierta para facilitar su práctica, será un dinero bien empleado, puesto que conlleva grandes ahorros en salud y una mejor calidad de vida.